Tener fe puede
mejorar significativamente el tratamiento de las personas con
enfermedades psiquiátricas. Así lo asegura un reciente estudio realizado
por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y el Hospital McLean.

Para ello se pidió a cada participante que calibrara en una escala de
cinco puntos su fe en Dios, así como sus expectativas de curación. Por
otro lado, se evaluaron al inicio y al final del estudio los niveles de
depresión, de felicidad y los daños físicos autoinfligidos.
Los investigadores llegaron a la conclusión que los pacientes con
niveles altos de fe tenían el doble de probabilidades de responder más
rápidamente al tratamiento que los pacientes ateos o que no creen tanto
en Dios. Los especialistas concluyen que la fe en Dios está asociada a mejores resultados de los tratamientos psiquiátricos.
El autor principal del estudio, el doctor David H. Romero, afirma que esta relación se produce "independientemente de su afiliación religiosa",
y que los pacientes obtienen una mejora en su bienestar psicológico y
un descenso "en su depresión y su intención de provocarse daños a sí
mismos".